Entre el temor y la risa malvada, Hollywood lee cada año el veredicto de los premios Razzie.
Desde 1980, designan lo peor de cada casa; los más tremendos pestiños que se han estrenado en cines, las interpretaciones más risibles y las más pésimas excusas para producir una película.
Desde 1980, designan lo peor de cada casa; los más tremendos pestiños que se han estrenado en cines, las interpretaciones más risibles y las más pésimas excusas para producir una película.
Los Golden Raspberry Awards son una broma y se concibieron como tal.
Sin embargo, no hay nadie en la Meca del Cine que quiera verse citado en estos galardones del descrédito y la deshonra.
Porque una película queda decididamente señalada cuando arrasa en el inigualable certamen anual.
Así reza su lema: "Los Razzies, incinerando pecados cinematográficos desde hace 30 años".
Sin embargo, no hay nadie en la Meca del Cine que quiera verse citado en estos galardones del descrédito y la deshonra.
Porque una película queda decididamente señalada cuando arrasa en el inigualable certamen anual.
Así reza su lema: "Los Razzies, incinerando pecados cinematográficos desde hace 30 años".
Su nombre alude a la expresión blow a raspberry, que significaría "hacer una pedorreta".
Están dirigidos por su creador, el publicista John J.B. Wilson.
Están dirigidos por su creador, el publicista John J.B. Wilson.
Este señor solía organizar fiestas en la víspera de los Oscars, donde invitaba a sus amigos y hacía sus propias menciones sobre lo mejor del año.
En 1980, Wilson salía espantado del cine, tras soportar una sesión doble de "Can't Stop the Music" y "Xanadú".
Decidió que, ese año, no nombraría a lo mejor en su fiesta, sino a lo peor.
En 1980, Wilson salía espantado del cine, tras soportar una sesión doble de "Can't Stop the Music" y "Xanadú".
Decidió que, ese año, no nombraría a lo mejor en su fiesta, sino a lo peor.
Así, frente a sus invitados, proclamó a "Can't Stop the Music" como la primera película merecedora del Golden Raspberry Award.
A partir de entonces, la asistencia a la fiesta de Wilson se dobló cada año. Ya en la cuarta ceremonia, recibía una cobertura informativa general.
Ahora los Razzies son tradición anual y cachondeo seguro.
A partir de entonces, la asistencia a la fiesta de Wilson se dobló cada año. Ya en la cuarta ceremonia, recibía una cobertura informativa general.
Ahora los Razzies son tradición anual y cachondeo seguro.
El nacimiento de los premios de lo peorcito coincidía con una drástica disminución de calidad en las superproducciones hollywoodienses, dentro de una tendencia que sólo se aceleraría con el tiempo.
Siempre hubo cine malo, pero nunca tan terriblemente amorfo y descuidado como el que irrumpía a principios de la década de los ochenta.
La entrada en Hollywood de capitales ajenos al mundo del cine y la infantilización de los formatos podría explicar la decadencia artística de las majors, especialmente cuando abordaba géneros como el musical, el melodrama biográfico o la aventura exótica.
Los dardos de los Razzies han apostado por premiar tanto lo histriónico como lo inexpresivo. Cualquier interpretación o película excesiva, timorata o simplemente ridícula pasa por su interés.
Pero encontrar lo realmente peor es tarea tan difícil como premiar lo verdaderamente mejor.
La designación de los bodrios más notables del año no está tanto mediada por lo más malo, como por lo más caradura, lo más hilarante y lo más decepcionante que se ha visto en cines.
La designación de los bodrios más notables del año no está tanto mediada por lo más malo, como por lo más caradura, lo más hilarante y lo más decepcionante que se ha visto en cines.
Los Razzies son especialmente crueles con los grandes nombres en sus momentos más bajos, y tienen todo un arsenal de favoritos que se renuevan con el tiempo.
Entre sus actrices predilectas, han estado Bo Derek, Faye Dunaway, Demi Moore, Pia Zadora y, muy especialmente, Madonna y Sharon Stone. A éstas dos últimas las han nominado prácticamente por todas sus películas.
Entre sus actrices predilectas, han estado Bo Derek, Faye Dunaway, Demi Moore, Pia Zadora y, muy especialmente, Madonna y Sharon Stone. A éstas dos últimas las han nominado prácticamente por todas sus películas.
Los Razzies presentan las clásicas categorías de dirección, guión e interpretación, a las que se han ido añadiendo otras, como Peor Pareja, Peor Casting o Peor Secuela, Remake o Plagio.
A veces, irrumpen otras, en función del cachondeo de turno, como Mayor Abuso de Flatulencias en una Película Adolescente o Peor Desprecio Temerario por la Vida Humana y la Propiedad Pública.
Este año, como no podía ser de otra manera, presentan el Peor Uso del 3-D.
Este año, como no podía ser de otra manera, presentan el Peor Uso del 3-D.
En sus ganas de risa, suelen jugar con los títulos y hasta con los argumentos de las películas que nombran.
Así, Sean Young interpretó a dos gemelas en "Bésame Antes de Morir". Ese año, merecía el Razzie como peor actriz como "la hermana que sobrevive", y como peor actriz de reparto como "la hermana que muere".
"Instinto Básico 2", peor película de su año, fue renombrada como "Basically It Stinks, Too" (Básicamente, También Apesta).
Así, Sean Young interpretó a dos gemelas en "Bésame Antes de Morir". Ese año, merecía el Razzie como peor actriz como "la hermana que sobrevive", y como peor actriz de reparto como "la hermana que muere".
"Instinto Básico 2", peor película de su año, fue renombrada como "Basically It Stinks, Too" (Básicamente, También Apesta).
Muy pocos han tenido el sentido del humor suficiente para aceptar el Razzie.
Entre los más notables, Paul Verhoeven, Halle Berry y Sandra Bullock acudieron de buena gana a la ceremonia y se rieron de su condición de matados de la temporada.
Este año, los Razzies han señalado a sus nuevos predilectos: M. Night Shyamalan, Sarah Jessica Parker y la saga "Crepúsculo".
Es decir, "The Last Airbender", "Sex and The City 2" y "Eclipse" han sido los títulos más nominados de estos Razzies 2011.
Es decir, "The Last Airbender", "Sex and The City 2" y "Eclipse" han sido los títulos más nominados de estos Razzies 2011.
La llave del asunto podría encontrarse en el discurso que ofreció el guionista Brian Helgeland en 1998.
Helgeland acudió a recoger su premio al peor guión por "The Postman" durante el mismo fin de semana que recibiría el Oscar por escribir "L.A. Confidential".
Helgeland acudió a recoger su premio al peor guión por "The Postman" durante el mismo fin de semana que recibiría el Oscar por escribir "L.A. Confidential".
En su discurso de aceptación, habló de esa naturaleza quijotesca de Hollywood, donde cualquiera es capaz de dar lo mejor y ofrecer lo peor, al mismo tiempo.
Y sostuvo que, en estas cosas del cine, siempre es más recomendable atraerse infamia que provocar indiferencia.
Y sostuvo que, en estas cosas del cine, siempre es más recomendable atraerse infamia que provocar indiferencia.
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