Colin Firth

Dicen las Bridget Jones del mundo que lo bonito es conservar la esperanza y encontrar un caballero como éste a la vuelta de la esquina.
Y aseguramos los chicos solteros del planeta que, si hay que hacerse mayores, que sea como el deslumbrante single man de la película de Tom Ford.

Colin Firth es mucho Colin Firth.
Siempre ha lucido una expresión tímida, que a veces lo ha disfrazado de poquita cosa.

Son sus ojos los que conquistan, en primera instancia.
¿Ha sido la normalidad alguna vez tan incendiaria? ¿O Colin, de normal, no tiene nada?

Es el hombre que esperábamos, ni más ni menos. Esa mirada y esa sonrisa, que alcanza la categoría de espectacular, son los secretos.

A Colin se le quiere desde hace tiempo, y vive asociado a los papeles de señores distantes, con un corazón dispuesto a funcionar a través de la mujer adecuada.
Es decir, no pudo ser otro que Mr. Darcy.

En la adaptación de la novela de Jane Austen que la BBC lanzó en 1995, Firth conquistó a la audiencia.
Era el héroe de "Orgullo y Prejuicio", aristócrata envarado y más bien borde, redimido por amor y pasión a Elizabeth, la más espabilada de las hermanas Bennett.

No fue el primer papel importante de Firth, pero sí el decisivo.
Tras "Orgullo y Prejuicio", Colin tenía la oportunidad de intervenir en dos películas oscarizadas, pero le tocaban los papeles más antipáticos.

En "El Paciente Inglés", era el marido de Kristin Scott-Thomas; en "Shakespeare in Love", el aristócrata con quien debía casarse Gwyneth Paltrow.
En ambas, las perdía por sendos Fiennes.

Entretanto, Helen Fielding, la pluma detrás de Bridget Jones, le había echado el ojo desde su Mr. Darcy, y lo consideró el ideal romántico de su neumática urbanita.

Fue una suerte contar con él para la adaptación cinematográfica de "El Diario de Bridget Jones", y así fue Mark Darcy en las dos películas.

Al tiempo que su trayectoria se ha prestado fructífera, Colin también ha roto corazones por el camino.
Sus dos novias más famosas fueron compañeras de reparto.

A Meg Tilly, la conoció en "Valmont" y tuvieron un hijo; a Jennifer Ehle, en "Orgullo y Prejuicio".
Ahora y desde 1997, vive casado y feliz con la productora italiana Livia Giuggioli, con dos churumbeles como resultado.

Suculento hijo de la Gran Bretaña, no es ningún secreto que el acento es parte de la seducción Firth y así lo demostró en los últimos Oscars.

Acudía nominado como mejor actor por primera vez.
Teníamos el corazón dividido entre Jeff Bridges y el Firth de "A Single Man", pero sólo podía ganar uno y ya le tocaba al gran Jeff.

Esperamos que Colin tenga más ocasiones de demostrar todo lo que ofrece en esa interpretación genial.
Hemos tenido el gusto de conocer a George Falconer, ese hombre cercado por la melancolía y angustia, sentimientos nunca tan esplendorosos, jamás tan vitales, como en esa película emotiva y ya fetiche de todos nosotros.

Lo dicho: Si la madurez es así, que me pongan en lista.