Desordenados, Perdidos, Salvados

20 años después, la NBC le dice adiós.
Como nos contó nuestra "Time Machine" la semana pasada, en 1990, comenzaba "Ley y Orden".
Se trata de una serie fundacional, que definió las mejores coordenadas de la intriga policial y judicial de la televisión yanqui.

Aparte de dar origen a numerosos spin-offs, "Ley y Orden" ha sido obvia influencia para todos los shows del género que han venido detrás.
Ahora, la NBC no ha querido renovarla para su próxima temporada.

Impide así que consiga el récord de ser el primetime drama más longevo de la Catodia norteamericana.
De momento, empata en veinte años de duración con la saga/western "Gunsmoke" (1955-1975).

Pero no está todo perdido.
Las últimas noticias indican que Dick Wolf se encuentra en negociaciones con la cadena TNT.
El creador de "Ley y Orden", auténtico jabato del medio, quiere darle un vigésimo primer año a su serie en otra cadena.

Suceda lo que suceda, la franquicia se mantendrá viva; la NBC sigue apostando por los productos "Ley y Orden".
Se anuncia el estreno de "Ley y Orden: Los Ángeles" para el próximo año.
Y el mejor spin-off, "Unidad de Víctimas Especiales", con Christopher Meloni y Mariska Hargitay, ha sido renovada sin problemas.

Si se acaban los tiempos para series legendarias y modélicas, también se terminan para otras que han durado lo que merecían sus débiles propuestas.
La NBC ha dado una puerta largamente esperada a "Héroes".

Nunca fue una serie demasiado distinguida, pero en sus inicios, era un espectáculo entretenido y su obvia semejanza con "Lost" hacía mantener la atención.
Presa de sus propias trampas, la decadencia de "Héroes" fue tan temprana como irrefrenable. Su absoluta deblace en audiencia ha sido el justo diagnóstico de la agonía.

Entre el resto de cadenas, no hay pronunciamientos oficiales, a la hora de la publicación de este artículo.
Pero hay noticias seguras.

Continuarán "V", "Chuck" y "Brothers & Sisters". Ésta última, no obstante, será reducida a una temporada de 18 episodios.
Mientras, no quedan días para series como "Flashforward", "Numb3rs" o "Scrubs".

Y los rumores más firmes indican que mi querida "Cold Case" será finalmente cancelada por la CBS.

Junto con el futuro de las series en antena, empiezan a anunciarse nuevos títulos, que aspiran conquistar las audiencias el próximo año.
Algunos lo lograrán; la mayoría, se irán con el viento.

Y la que se va este domingo es, por supuesto, "Lost".
Llega el final más esperado y temido de la televisión.
La última temporada no ha cumplido ninguna de las expectativas depositadas sobre ella, vergiendo en el ridículo en más de una ocasión.

Sin embargo, con "Lost", siempre ha sido cuestión de fe. Y nos ha enseñado que nunca está todo perdido.

Esta noche, se emite el penúltimo capítulo, con el prometedor título de "What They Died For".
El domingo, el mundo entero conocerá el desenlace, con la emisión internacional de un episodio doble de despedida.
Sin importar lo que suceda, será un acontecimiento. Y ya sabes dónde venir para conocer el resultado.

¿Qué está pasando con "Robin Hood"?
Era un plato cinematográfico que esperaba conquistar, repitiendo el tándem de "Gladiator".
El público de Cannes lo encontraba aborrecible en su pase exclusivo, y ya se temía por su carrera comercial.

Aunque no ha conseguido desterrar a "Iron Man 2" del primer puesto, su estreno ha convencido en las salas de todo el mundo.

Sin embargo, al público sigue sin gustarle y la crítica no ha encontrado muy afinada la revisión del mito que ha propuesto Ridley Scott.
Veremos su evolución en próximas semanas. Y este jueves, traemos a Russell Crowe a "El Día del Maromo", que ya es hora.

Hora de noticias alegres.

Jude Law y Sienna Miller han vuelto y están felices.
Porque no hay niñera ni dolor que por cien años dure. Y porque es de ley que los guapos estén juntos.

Mientras, la bella Amy Adams ha dado a luz a una niña, quizá tan preciosa como ella.

Poco preciosa es la polémica que rodea un artículo de la revista "Newsweek".
Un cronista la emprendía con Jonathan Groff y Sean Hayes, criticando sus últimas interpretaciones.

Ambos son actores homosexuales. A Jonathan, delicioso nene de Broadway, lo conocemos por ser el Jesse de los más recientes capítulos de "Glee".

A Sean, se le recuerda por el Jack de "Will & Grace" y ahora protagoniza la obra musical "Promises, Promises", junto a Kristin Chenoweth.

El artículo de "Newsweek" acaba por asegurar que los actores gays no son convincentes cuando interpretan a heterosexuales. Esta sí que es buena.

La Chenoweth se ha puesto como una fiera y ha sido la primera en calificar de homófobo el artículo de marras.

Ryan Murphy, el creador de "Glee", también ha querido pronunciarse al respecto y ha pedido boicot para la poderosa revista.
Lo curioso del asunto es que el cronista, un tal Ramin Setoodeh, es un señor abiertamente gay. A veces, el mayor enemigo se encuentra entre las propias líneas.

Y, si esta noche nadie se perderá el "What They Died For" lostiano, tampoco habría que dejar de ver el nuevo capítulo de "Glee" por nada del mundo.
Dirige Joss Whedon y la intervención especial se llama Neil Patrick Harris.

El gran Neil Patrick interpretará a un viejo rival del profesor Schuester.
¿Qué opinará Brittany al respecto?

Stay tuned!