Thursday, May 13, 2010

Zlatan Ibrahimović & Gerard Piqué


Toma dos tazas.
El motivo de que Ibra y Piqué estén invitados juntos en "Josito Montez" no tiene que ver con las posibilidades que tiene el Barça de alzarse con el título de Liga este fin de semana.


Como sabrán los que me conocen, la auténtica razón para traerlos es la instántanea que recoge ese momento de intimidad entre los dos, tan cautivador como abrumadoramente erótico.


Para coronar las fantasías, ambos están probadamente buenísimos.
¿Qué pasa entre el nuevo fichaje extranjero y el talentoso canterano del equipo blaugrana?


Parece que la foto es engañosa y que los dos futbolistas son estrictamente heterosexuales.


Eso sí, se quieren mucho y se apoyan mutuamente, como ideales compañeros de equipo.


Esta muestra de camaradería ha disparado la imaginación de muchos, pero también desata tristemente las homofobias de otros tantos.


El mundo del fútbol sigue siendo un lugar inoportuno para insinuar homosexualidades, y los jugadores gays jamás se confiesan como tales.


En otros ámbitos tradicionalmente machistas, desde el ejército hasta la tauromaquia, pasando por los cuerpos de seguridad, se han dado importantes avances en el reconocimiento de gays entre sus filas.
Al menos, han evolucionado hacia una aceptación tácita.


Pero en los vestuarios, en las gradas, entre la prensa deportiva, homosexualidad y fútbol no riman. Al menos, no de manera pública.


Y, a veces, ha sido indicador de heterosexualidades, según los más cafres.
Quien juega a fútbol, no puede ser gay; a quien no le gusta el deporte, debe serlo.


Así, cuando se ha sugerido que Zlatan y Gerard tenían algo más que amistad, los forofos más imbéciles del equipo contrario han aprovechado para sacar el insultito guardado.


E Ibrahimović se ha puesto nervioso y ha tenido una reacción poco oportuna cuando una periodista le preguntó al respecto.


Le dijo que estaba dispuesto a demostrarle lo maricón que era si se dejaba invitar a su casa.


Lo triste es que no hay nada que demostrar.
A partir de ahora y con toda probabilidad, Ibra y Piqué evitarán acercarse y toquetearse en los partidos, para acallar rumores.


Hay una gran mentira detrás de todo esto. ¿Por qué dos hombres que se expresan cariño tienen que ser, a la fuerza, homosexuales?


Me considero harto del apretón de manos entre amigos. ¡A besarse!


Con Gerard y Zlatan, está claro que no ahorraría en besos.


Piqué es más ortodoxamente lindo, mientras todo el morbo se concentra en ese Ibrahimović de metro noventa y cinco, tatuajes hipnotizantes, pelo de Atreyu y nariz indicativa.


Es de padres yugoslavos y procedencia sueca. Qué buena mezcla.


Estos pavos no serán gays, pero está claro que el autor de este blog, sí.

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