
La prensa extranjera residente en Los Ángeles entregó ayer sus Globos de Oro, clásico ensayo general y proverbial preparación de motores para la gala de los Oscars.
En la ceremonia de anoche, repetía maestro de ceremonias y se aseguraba, otra vez y más que nunca, la irreverencia.

En su presentación de apertura, Ricky Gervais arremetía contra Charlie Sheen, Hugh Hefner, las chicas de "Sex And The City" y las peculiares nominaciones de "The Tourist" y "Burlesque".

Muchos dicen que, gracias a esa broma, será la última vez que Gervais trabaje en Los Ángeles.

Ante los hachazos de Ricky, el público prefería prorrumpir en un murmullo escandalizado antes que reírse.
En la prensa de hoy, hay radical división de opiniones; la mayoría, malas, calificando de grosero al señor Gervais.
Bajo mi punto de vista, cualquier ceremonia de este estilo necesita de ese toque bestia, para no parecer demasiado pagada de sí misma.
Es decir, si no vuelve Ricky Gervais, que presente Robert Downey, Jr., por favor.
Bajo mi punto de vista, cualquier ceremonia de este estilo necesita de ese toque bestia, para no parecer demasiado pagada de sí misma.
Es decir, si no vuelve Ricky Gervais, que presente Robert Downey, Jr., por favor.

Polémicas aparte, la gala se movió rauda y veloz, como únicamente puede pasar en los Globos.
Sólo se otorgan premios a los que podríamos llamar "grandes categorías", y la sugerente combinación entre cine y televisión es otro punto a su favor.
Sólo se otorgan premios a los que podríamos llamar "grandes categorías", y la sugerente combinación entre cine y televisión es otro punto a su favor.

El reparto de los Globos de Oro ha sido perfecto, por justo y previsible. Todos los que lo ganaron, lo merecían.

Que "The Social Network" haya vencido es una muestra de buen gusto e inteligencia por unos galardones que, a veces, se dejan tentar por artefactos comerciales.
Recordemos que el año pasado le dieron los premios gordos a "Avatar".
Recordemos que el año pasado le dieron los premios gordos a "Avatar".

Colin Firth y Natalie Portman ganaron anoche como apuntaban todas las quinielas, y se confirman como los actores favoritos para los próximos Oscars.

Quizá también se abran los mares del oro oscarizable para los secundarios de "The Fighter".

Porque también fue la noche del cada vez más excéntrico Christian Bale y de la adorable Melissa Leo, una de las más emocionadas con la victoria.

Que la Portman gane el Oscar por "Black Swan" nos encantaría, pero tenemos el corazón dividido.
Annette Bening, mejor actriz de comedia por "The Kids Are All Right", es una gran debilidad y se lo merece desde hace mucho tiempo.
Annette Bening, mejor actriz de comedia por "The Kids Are All Right", es una gran debilidad y se lo merece desde hace mucho tiempo.

Su discurso de agradecimiento lo culminó genialmente con su mención a "ese actor que ganó el Globo de Oro a la mejor promesa en 1962: el señor Warren Beatty".

Mientras, los premios televisivos confirmaban el cariño hacia dos fulgores irreprochables: "Glee" y "Boardwalk Empire".

Ambas se impusieron claramente, dejando sin nada que rascar a "Mad Men" y "Modern Family".
El premio al joven Chris Colfer y su oportuno speech arrancó las lágrimas de sus compañeros de reparto y de todos los fans del gran Kurt.
El premio al joven Chris Colfer y su oportuno speech arrancó las lágrimas de sus compañeros de reparto y de todos los fans del gran Kurt.

Katey Sagal, dominante e intrépida motera de "Sons of Anarchy", se alzaba con un merecido galardón como mejor actriz.
Justicia total: interpretación y serie fueron ignoradas en los últimos Emmy.
Justicia total: interpretación y serie fueron ignoradas en los últimos Emmy.

Y otro momento especial, sobre todo para los fans de "The Big Bang Theory", se vivía cuando Penny entregaba premio a Sheldon.

La alfombra roja de los Globos de Oro fue escenario de la habitual pasarela de actrices, moda y brillo costurero.

Este año, la tónica general ha sido una buena exhibición de escote y pechuga, con muestrarios tetudos tan ojipláticos como Sofia Vergara, Jennifer Love-Hewitt o January Jones.

Sandra Bullock y Olivia Wilde volvieron a colocarse entre las más bellas.

Pero yo me quedo con dos propuestas parecidas entre sí y distintas al resto.

A medio camino entre la Linda Evans de "Dinastía" y la robot de "Metrópolis", Anne Hathaway y Angelina Jolie irrumpieron magníficas.
Hombreras al poder.
Hombreras al poder.

Y, sí, Helena Bonham-Carter era la peor vestida, entrando cual Dolly Parton en versión gótica y luciendo zapatos de distinto color.

Pero ella lo hace de manera voluntaria; entre tanta pretenciosa, Helena se revela tan indispensable como un chiste de Gervais.

Como siempre, los caballeros agotaron las reservas de guapura, y los más atractivos fueron Chris Hemsworth, Colin Firth, James Franco, Jake Gyllenhaal, Jon Hamm y Ryan Gosling.

Mención especial para el lindo Andrew Garfield, que no parecía capaz de leer la palabra "inspiringly" en el teleprompter.

Pero el más maromo, por novedoso, fue el venezolano Edgar Ramírez, protagonista de la premiada miniserie "Carlos".

La ceremonia no terminaba sin Michael Douglas en el escenario; reaparición oficial del actor, tras derrotar al cáncer de garganta que ha sufrido durante el último año.

La standing ovation a Douglas ejemplifica lo mejor que saben hacer estos premios: renovar la atención por las estrellas, asegurar un rato emocionante y disponerlo todo para la gran noche de Hollywood.

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