Tuesday, January 18, 2011

In Sofía's Culture


Entre un público entusiasmado con el chiste políticamente incorrecto, "Modern Family" se hace reina de la comedia.
Y gran parte del laurel se debe a nuestra rutilante invitada de hoy.


Todos deberían estar representados. Así piensan los productores de las series norteamericanas.
Para atraerse a los más variados públicos, se incluyen actores y personajes de distinta procedencia, edad, raza y orientación sexual.


Nadie abona esas cuotas con más gracia que "Modern Family"; precisamente, porque lleva esos estereotipos culturales hasta el límite del disparate.
Y el personaje de Sofía Vergara es el ejemplo fidedigno.


Gloria es la latina, con todas las consecuencias.
Se la reconoce por gritona y escultural, mientras derrocha melenón negro y viste desorbitados outfits.
Su vida se cuenta por ser madre desde muy joven, y su actual estado civil consiste en estar casada con un sesentón.


La serie no sólo explota la comicidad del matrimonio entre un viejales y una tía buena, sino el choque racial al que se asiste cuando la sociedad estadounidense se topa con una mujer sudamericana.


"Modern Family" bromea con esa visión de Hispanoamérica como una pradera sin ley, en contraposición con el prístino suburb de sus acomodados vecinos de Norteamerica.


Para justificar sus costumbres y creencias, Gloria empieza sus explicaciones con esa temible entradilla: In our culture....


Junto a Gloria, aparece su hijo Manny, ese niño que se comporta como un señor.


El querido Manny es otra nota de color para esa segunda familia de Jay Pritchett, que no tardará en integrarse en la primera.


El irresistible encanto de Gloria sería impensable sin ese terremoto colombiano llamado Sofía Vergara.
Su escote provoca infartos; su talento cómico la lleva a un aplauso de propios y extraños, que pocos podían predecir.


La particular leyenda de Sofía empieza cuando la descubrió un fotógrafo en una playa colombiana.
Modelo desde adolescente, la historia de la Vergara es una ascensión meteórica en toda regla.


Dice que pesaron más las ganas de éxito que su estricta educación católica, y con ese pensamiento, Sofía ha recorrido el largo camino desde Barranquilla hasta Hollywood.


En medio, aparecía en conocidos anuncios publicitarios de su país y ejercía labores de presentadora para la cadena Univisión.
Finalmente, transitaba a la televisión norteamericana y, tras intervenciones puntuales, se asentaba en la ABC, gracias a "Modern Family".


Tan explosiva que resulta delirante, Sofía parece aún más impresionante a los ojos de tanto yanqui soso.
No paran de llamarla guapa, mientras todos se quedan absortos en la contemplación de sus curvas.


Como respuesta, ella se ríe a mandíbula batiente, contagiando optimismo y buen rollo, mientras chapurrea el peor inglés que se ha oído en pantalla desde los tiempos de Maria Montez.


En los Globos de Oro del pasado domingo, Sofía Vergara acudía nominada como mejor actriz televisiva de reparto.
En las quinielas, era la favorita para arrebatarle el premio a Jane Lynch.


Finalmente, ganó ésta última. Sofía aplaudió sin complejos la victoria de su rival y le dio un beso de felicitación.
Preguntada al respecto de perder el galardón, ella contestó con su habitual salero: "¿Que si estoy triste por no ganar? ¡No! ¡Yo ya tengo mis "globos de oro"!".


Y que lo digas.

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